domingo, 24 de noviembre de 2024

Nunca Será Suficiente

Mienten cuando dicen que lo importante no es la meta sino el camino. Es obvio que el camino te curte, te cambia, te hace fuerte, pero...¿A quién no le va a gustar llegar a la meta? ¿A quién no le va a gustar mejorar sus marcas? 

Hoy no ha sido el día de intentar batir récords o marcas personales. Por diferentes motivos no se ha podido llevar una regularidad en los entrenamientos que lo permita, pero donde no llega el ritmo, llega el corazón.

Hoy he querido aprovechar la ocasión para representar físicamente una metáfora durante el recorrido: 

La camiseta de España, negra, representa el luto de todo un pais por las víctimas de las inundaciones, sobre todo en Valencia.

La bandera sostenida representa que España no está dispuesta a permitir que Valencia caiga, y se tarde más o se tarde menos, va a llegar a esa meta que es la ansiada recuperación.

Hoy en mi camino me ha acompañado la amiga que perdió a su hermano, me ha acompañado la amiga cuyo hijo asmático no puede respirar por el ambiente, me ha acompañado mi compañero de promoción de Tropa, ya licenciado, con su pueblo abandonado durante varios días, me han acompañado aquel padre que perdió a su mujer y sus hijos, toda la gente a la que he tenido el honor de ayudar aquellas primeras semanas, y todo el pueblo valenciano y voluntarios volcados por un ideal de solidaridad más allá de cualquier otra cosa.

¿Y por qué? Porque lo que allí ha pasado es inhumano. Porque me da igual que hayan pasado diez días o diez meses, hasta que la situación en aquella tierra no sea de normalidad, no voy a dejar de hablar, de resaltar y poner sobre la mesa lo que han padecido y están padeciendo. Por más que en el mundo informativo y mediático empiecen ya a tapar escándalo con escándalo y a darle bombo a otras auténticas chorradas que no voy ni a citar. 

Soy cordobés, y andaluz, pero ante todo español. 

Mi Patria está y estará allí donde haya un compatriota que necesite ayuda.

¡Visca La Terreta!
¡Visca Valencia!
¡Viva España!

domingo, 28 de julio de 2024

No Preguntes lo que Puede Hacer tu País por ti

    He tenido la suerte de nacer en el mejor país del mundo, eso es indiscutible. Podría dar motivos históricos, geográficos, climatológicos, culturales, gastronómicos y encontraría muchísimo donde extenderme; pero ese no es el tema que nos concierne actualmente. Desde que tengo uso de razón he sido orgulloso hijo de ésta tierra, por la que he campado a lo largo y ancho intentando conocer y aprender cada vez más de ella en cada esquina en que paraba. 

    He sufrido por cada atentado de ETA, (pese a conocerla ya en su etapa armada final), por el 11-M, por las muertes de compañeros en Iraq, Afghanistán y Líbano mucho antes de entrar yo a la milicia, por los atentados de Cambrils, he lamentado cada tragedia que ha asolado el corazón de nuestros compatriotas. He celebrado cada éxito internacional, en cualquier deporte, en investigación, en medicina, siempre alegrándome cuando mi país está a la vanguardia, como hemos estado siglos y siglos hasta ahora. He contribuido a la sociedad de la mejor manera en todo lo que he podido y considerado, tanto con mis obligaciones tributarias y documentales, evitando siempre el fraude y las irregularidades, como de forma voluntaria y altruista participando activamente en voluntariados, actividades y actos administrativos destinados a mejorar o solucionar diferentes problemas que he encontrado a lo largo de mi vida. Estoy lejos de ser perfecto, pero desde luego considero que he sido un español preocupado por su barrio, su ciudad y su comunidad como piezas fundamentales de la buena marcha de su país.

    Hace ya cosa de un lustro, (no podría determinar un momento exacto), que vengo observando hechos y posibilidades que suponen riesgos y amenazas graves, algunas directas para España, y otras indirectas como parte de una sociedad global en la que vivimos. Amenazas no necesariamente bélicas, sino muchas o la mayoría de ellas, sociales. Amenazas a muchísimas cosas que en tantos años de paz y estabilidad hemos dado por sentadas. Pocos o ninguno son los que se han querido molestar no en pensar como yo, sino en investigar por su cuenta si puede haber algo de cierto. Hoy, muchas de esas ideas que parecían exageraciones y locuras han resultado ser ciertas, y las que quedan.

     Ya es tarde, sólo unos pocos han querido reaccionar y en ésta clase de neodemocracia en el que lo que importa es la mayoría pero no la cualificación, los idiotas decidirán el destino de un país contra el criterio del sentido común y de la propia supervivencia. Ya es tarde porque he dejado de buscar soluciones y formas de ayudar a quien no quiere ser ayudado. Ya es tarde porque en España, lo que conocíamos como Estado de Derecho o Estado de Bienestar, ahora es ya un Estado Fallido o Estado de la Arbitrariedad. No, no hablo porque así lo he oído, ni porque así lo he leído; tampoco porque lo diga uno u otro partido político, en gran medida cómplices de todo o colaboradores necesarios. Desgraciadamente hablo de la experiencia.

   A mis 34 años, después de casi 16 prestando servicio a éste país, puedo decir que:

  • La Administración Pública nos ha fallado a mí y a mi familia reiteradamente.
  • La Justicia nos ha fallado a mí y a mi familia, (en especial a mi hija) reiteradamente.
  • La Sanidad nos ha fallado a mi y a mi familia reiteradamente.
  • Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Locales nos han fallado a mi y a mi familia reiteradamente.
 ¿Qué se puede esperar cuando un ciudadano no puede comunicarse con la Administración, no puede esperar ser tratado con justicia o igualdad ante la ley, no le garantizan su salud y la policía no puede proteger a su familia? Porque lo que podemos esperar si no comunicamos algo a la Administración, si no hacemos las cosas conforme a la ley, si no seguimos las recomendaciones sanitarias, que ni un paracetamol puedes comprar sin receta, y si nos protegemos a nosotros mismos sin recurrir a las FCSE ya lo tenemos muy claro.

    Dicen que no se muere quien se va. sólo se muere quien se olvida, por eso mi querida España, la que yo conocí y admiré, vives en mi corazón y en mi memoria porque fuera de allí estás muerta en vida, deambulando a través de los años infectada por un virus que te tiene sometida como un títere presa de la ideología en manos de otro títere infectado de narcisismo y egocentrismo, preso de las ansias de poder y todos al servicio de intereses externos y ajenos a ti y a tu pueblo; un pueblo que permanece dormido y enfrentado, debatiendo si alguien es menos español por ser negro o musulmán o más español por comer jamón y llevar un toro en la bandera.

    Mientras realizan felaciones a quienes les mean en la cara y les dicen que llueve, a gente como yo, que me han llegado a llamar escoria sólo por tener sangre hispanoárabe, que ya no entremos en religiones, como mínimo, nos echarían del país. Pese a todo, aquí seguiré cuando llegue el momento, sin hacer distinciones por color, sexo o religión, entre aquellos que compartan éste sentimiento. Pero ahora no, aún no es ese momento. Aún queda un lento periodo de mayor decadencia y degrado de nuestro país, instituciones y sociedad. Aún hoy me siguen demostrando que todavía no hemos tocado fondo, primer paso para empezar a resurgir.




lunes, 15 de enero de 2024

El Oficio más Prostituido del Mundo

Cuenta la leyenda, que en tiempos remotos, el oficio de periodista era algo reservado a aquellos capaces de perseguir la verdad con todos los detalles para ponerla en conocimiento del mundo.


Cuentan los mitos, que antes de investigar, escribir, publicar sobre algún tema, se informaban un mínimo sobre el tema, y que contrataban sus fuentes para filtrar la información.


También dicen los más ancianos del lugar, que tenían alguna especie de código ético, principios, etc. Que les llevaba a corregir aquella información que a posteriori resultase equívoca, además de ser gente con habilidad para usar el lenguaje y expresarse con corrección.


Desgraciadamente, en los tiempos que corren, y desde hace algunos más, el periodismo ha degenerado de tal manera que su temerario desprecio hacia la verdad resulta vomitivo. Su función de matón de barrio al servicio de la manipulación en pro del interés del que pague resulta despreciable. 


Su capacidad para alterar la realidad, para crear enfrentamiento, esa necesidad de ganar visitas sin importar siquiera las consecuencias que la desinformación que desprenden pueda generar, ha creado una brecha insalvable entre ellos y la realidad. 


El dicho reza "No dejes qrue la verdad estropee un buen relato". Ese es el principal lema de los que cada día, y lo más lejos posible de la calle, ejercen el oficio más prostituido del mundo.


No, no tenéis autoridad moral para cuestionar a nada ni a nadie, no tenéis credibilidad, no tenéis dignidad ni el más mínimo atisbo de honorabilidad. Por unas visitas venderíais a vuestras madres igual que por unos millones de euros habéis vendido a vuestro país. 


Malditos juntaletras adictos al morbo, sois una desgracia para el mundo, pero mucha gente ya está despertando.