martes, 8 de diciembre de 2020

Necesitamos Otro Milagro

Hoy, como todos los años, celebramos nuestro día. El día de aquellos que elegimos seguir la religión de los hombres honrados a través de la fiel Infantería. Cada año recordamos el milagro de Empel, donde el Tercio de Bobadilla ya cercado y sin opciones, enseñó a los holandeses que "los españoles prefieren la muerte a la deshonra". A lo largo de los siglos, los que sentimos la Infantería hemos tratado de seguir el camino que ellos, con su ejemplo y entrega nos marcaron, intentando siempre acercarnos lo máximo que podemos o al menos sabemos, a aquellos valores que representaban. En todos mis años de servicio que no son muchos pero si los suficientes, he sido afortunado de ver y vivir lo que verdaderamente significa éste día para todos nosotros. Sin embargo, éste año y a pesar de tener la fortuna de estar en la mismísima cuna de la Infantería, nada es lo mismo. Éste año por desgracia, nos sumamos a tantas celebraciones, festejos y eventos que han quedado suspendidos. Éste año miraremos con orgullo nuestro cornetin, arcabuz y espada en el pecho, nuestro pañuelo rojo y llevaremos la celebración dentro de nuestros corazones. Éste año somos conscientes de que estamos "en guerra". En una silenciosa guerra contra dos enemigos, uno de ellos invisible. Hoy nos hacemos fuertes, en nuestros acuartelamientos y en nuestros corazones, con austeridad y con dolor, pero también quizás con la esperanza de que tal y como ocurriese en aquel montículo, ocurra un nuevo milagro que nos saque de ésta, porque aquella guerra la libraron infantes, pero éstas...éstas las libramos todos los españoles. Y de España, la Inmaculada también es patrona. Felicidades a todos los que un día se sintieron amos del mundo a pie y sin dinero.

Feliz Patrona de Infantería. 


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