"La mejor almohada es una conciencia tranquila". Lo que no dicen es que tener una conciencia tranquila está al alcance de todos. De hecho, la mayoría de hijos de puta que nacieron y que viven para hacer el mal están muy tranquilos, ya sea porque su concepto del bien y el mal está alterado o porque su propio beneficio lo justifica todo. Llega una era en la que es el que intenta hacer las cosas de manera justa a quien se le ponen las trabas, quien resulta señalado, vilipendiado, hasta perseguido
Entre los grandes éxitos de nuestra época, puede que en nuestro afán por ser cada vez más tecnológicos, podremos contar con médicos a los que no les preocupa la salud de sus pacientes, policías a los que no les preocupan los delitos e infracciones, jueces a los que no les importan las injusticias, ayuntamientos que no persiguen el fraude y la estafa...Lo que viene siendo un funcionariado que no funciona y unos servicios que no sirven. Gente que comienza el turno rezando para no complicarse mucho la jornada e irse a casa a esperar el sueldo cada fin de mes.
Desde que te levantes hasta que te acuestes se meterán en la duración de tu ducha porque sequía, en lo que comas porque saludable o no, en como vayas a trabajar porque cambio climático, en como tienen que ser tus películas y series porque inclusión, en quien te tiene que gustar porque algofóbico, en si quieres tener hijos porque superpoblación...
Desde que tengo uso de razón ni siquiera antes de independizarme había conocido tantas restricciones a la vida. Absolutamente todo lo que haces, ciudadano medio trabajador, está mal.
Pero no te equivoques nunca, porque ellos, ese ente anónimo y abstracto de la servifunción disfuncional son los únicos que deciden quien y cuando hace algo mal. Nunca tengas la osadía de perseguir lo justo ni social, ni judicial ni administrativamente. Si escribes, violarán todas las garantías y plazos antes de limpiarse el culo con tu escrito, si les muestras infracciones, mirarán hacia otro lado pasándose la pelota de unos a otros, si les necesitas no estarán porque nunca es lo suficientemente grave hasta que llegue la sangre al río. Desde el primero hasta el último, el sistema está fallando y las consecuencias las estamos pagando literalmente bastante caras.
¿Qué hacemos entonces? Está claro que mirar para otro lado esperando a que se solucione sólo o nos lo solucione otro, no está funcionando. Está claro que llega un punto en el que escribir no está funcionando. También llega un punto en el que como persona con una mínima dignidad te acabas cansando de que te escupan en la cara y te vacilen con total impunidad. No tengo claro qué hacer, lo que si tengo claro es que la cuerda está muy tensa, tanto que se están ya rompiendo las fibras. Esta época en que vivimos pasará a la historia, y no por buena.